#YoSoyEvangelizadorDeLasRedes.

Cada día Dios nos habla, cada día Dios nos da un mensaje para que sigamos adelante, para que seamos testimonio de Él. Para escuchar la palabra de Dios no hace falta estudiar y estudiar, solo hay que disponerse a escuchar, a saber escuchar, a dejarse enamorar y sorprender por el amor de los amores. Este blog consiste en las reflexiones del evangelio del día. Cada día Dios tiene una palabra para nosotros y a su vez, algo diferente, algo aún mejor que lo de ayer, solo hay que confiar en su palabra y entregarse a él.
Evangelizar las redes es una misión que debemos tener, a veces las redes sociales son los lugares donde hacen falta más evangelización, comuniquemos que Cristo es la razón de nuestra existencia, comuniquemos que sin Cristo no somos nada, llevemos la palabra a todas partes, sin miedo, para que podamos decir #YoSoyEvangelizadorDeLasRedes.

twitter: @gabonotario
instagram: @gnotario

martes, 11 de noviembre de 2014

SOMOS UN CUERPO Y CRISTO ES LA CABEZA

Pablo nos trae el mensaje que le dio a los Corintios, una carta que está compuesta por consejos, regaños, parabienes, bendiciones y sobre todo la verdad de Cristo. Una de esas verdades está la de hoy, Somos un cuerpo formados por muchos, que unidos formamos el cuerpo de Cristo, es algo que no es tan complicado de entender para aquellos que se encomiendan a Dios y les pide sabiduría para leer y meditar su palabra, pues recordemos que para entender la palabra de Dios, solo basta con tener fe y pedirle a Dios sabiduría para entender su palabra.

     Este ejemplo con el cual Pablo nos orienta hoy se puede entender de la siguiente manera: Somos un cuerpo, que unidos funcionamos correctamente, Cristo es la cabeza, la cual es la que piensa qué va a hacer el cuerpo, ese cuerpo está conformado por los diferentes órganos que componen al cuerpo humano, hay órganos importantes que son fundamentales para que continúe nuestra vida terrenal, como el hígado, los pulmones, el estómago, el páncreas entre otros órganos que sin ellos no podemos vivir.

    Cristo es el que decide qué va a hacer el cuerpo, está en las condiciones del cuerpo si se puede hacer o no, ¿Cómo funciona esto?, cuando Jesús nos pone una prueba en nuestras vidas, está en nosotros aceptarlas o no, si la aceptamos, seguiremos siendo felices pero si no aceptamos la voluntad de Dios, entonces no vamos  a ser felices o esa felicidad va a ser en vano. Así funciona nuestro cuerpo, tú piensas qué vas a hacer con tu cuerpo, pero está en las condiciones del cuerpo si eso se puede hacer o no, si piensas en mover el cuello a los lados  y tienes un tendón inflamado, es obvio que no vas a poder mover el cuello por el dolor que va a ocasionar, o si tienes el tobillo roto y piensas salir corriendo, es obvio que el dolor no te va a dejar. Si lo puedes hacer, pero con fe, esa es la única manera de hacer lo imposible, tener fe en que sí se va a lograr. Pero si vas a hacer eso sabiendo que te va a doler, es obvio que te duele; el cerebro manda a la parte del cuerpo a ejecutar una función la cual esa parte del cuerpo rechaza por su imposibilidad, ya sea su inflamación o su ruptura. El cerebro también puede hacer que la parte del cuerpo que esté sana, haga que la otra parte sane también y se pueda ejecutar la función que ha mandado el cerebro. Si tengo una mano sana y otra con dolores, la mano sana puede con una pomada untar a la mano adolorida para que sane y mientras, hacer lo que la otra mano hacía mientras tengo el dolor. Si tengo las dos manos malas, mi boca ejerce una función, pidiendo ayuda a otras personas para que me ayuden a aliviar el dolor. Si no tengo voz, buscamos la forma de comunicar mi inquietud para que mi cuerpo pueda funcionar correctamente. Pero si tengo una mano mala y no utilizo la otra para que no me duela también, allí vamos mal, porque estamos siendo egoístas con nosotros mismos.

      Así funciona nuestra iglesia, Cristo manda a ejecutar una función a una parte del cuerpo que somos nosotros, pero está en nosotros acatarla o no, si nosotros no acatamos ese mandato, entonces estamos rechazando la voluntad de Dios, entonces, Cristo manda a la otra parte del cuerpo a que ejecute su función para que la otra parte funcione, allí está el trabajo de cada uno de los religiosos, cuya misión es llevar el mensaje a aquellos que están alejados de Cristo, esos misioneros son aquella mano que untan con una pomada a la otra mano que esta adolorida, para hacerla cambiar y para que acepte la voluntad de Dios y si no se pudo, Cristo buscará la forma de que esa voluntad se cumpla, porque la voluntad de Dios se cumple queramos o no queramos, pero está en nosotros aceptarla o no. Allí está la función de los órganos importantes del cuerpo como son los pulmones, el páncreas, el estómago, el colon, entre otros. Esos órganos importantes de este cuerpo que es la iglesia, son los apóstoles, los profetas, los maestros, los que hacen milagros, los que curan a los enfermos, los que hacen el bien.

      En pocas palabras aquellos que cumplen la voluntad de Dios y aquellos que su misión es velar para que esa voluntad se cumpla. Allí está el trabajo del Papa, de los cardenales, de los obispos, de los sacerdotes, de las monjas, de los catequistas, de los misioneros, que son órganos principales para el buen funcionamiento del cuerpo. ¿Cuál es el corazón de este cuerpo?, la fe de cada uno de sus miembros:

     Es por eso que Pablo hoy  nos pregunta que si tenemos esos dones antes nombrados, el don de curar a los enfermos, de hacer milagros, entre otros. Si lo tenemos es porque tenemos fe y eso quiere decir que ese corazón está latiendo perfectamente. Si no lo tenemos es porque debemos acudir a esa cabeza que es Cristo y pedirle los dones necesarios por excelencia para que ese cuerpo pueda funcionar perfectamente. Es por eso que hoy debemos servir al señor con mucha alegría, alabarlo, bendecirlo, reconociéndolo como único y verdadero Dios, y sobre todo aceptar su voluntad, porque su fidelidad es eterna.


No hay comentarios:

Publicar un comentario