Hay una lectura del evangelio que seguramente
muchas personas la han escuchado, ya que es un mensaje que va directamente a
aquellos que se aprovechan de la ignorancia de la gente, un mensaje dirigido a
aquellos que con su labia barata engaña a más de uno con el descaro de
igualarse en la situación social de las personas de las cuales él quiere el
voto.
Así como los fariseos y partidario de
Herodes quedaron por el suelo delante de Jesús, a veces también pasa con los
políticos de la actualidad. Lamentablemente los políticos, más que todos
quienes tienen las riendas de un instituto gubernamental, quiere a la gente más
pobre para así poder manipularlos y quedarse en el poder. Igualmente como
pasaba en la época de Cristo, si las personas no pagaban el impuesto le
quitaban todo, a la persona no le quedaba más remedio que dar el impuesto, ya
que le podían quitar hasta su propia familia. Lamentablemente en estos tiempos
esto sigue, porque si no das ese impuesto llamado voto, te quitan un beneficio
que has recibido de los recursos que te corresponden como ciudadano. Si no
asistes a un mitin, no te siguen dando la pensión. ¡Qué lástima que la política
de este mundo sea tan sucia!
Algunos tienen el descaro, de calificar a
nuestro señor Jesucristo como partidario de alguna ideología, dicen que porque
Jesucristo defendía a los pobres era socialista. A esas personas que piensan
que Cristo tiene ideología política les digo: Jesús murió por los socialistas,
por los capitalistas, por los comunistas, por todas las personas sin ver qué
ideología tiene, por lo tanto Jesucristo es el Rey de Reyes de toda criatura
existente en este universo y no se puede ofender tildándolo de partidario de alguna de estas ideologías.
La palabra de Dios no es un mitin
político, la palabra de Dios no es una promesa que nunca se va a cumplir, la
palabra de Dios, no es un discurso repetido y barato para que la gente vote por
mí, la palabra de Dios es aquella que va dirigida para cambiar la forma de
vivir de aquellos que caminan en caminos oscuros y desviados. La palabra de
Dios es aquella que nos muestra un camino a seguir, y la única promesa, que más
que una promesa es un premio, que Dios nos tiene si cumplimos esa palabra, es
el Reino de los Cielos, el cual es el premio de mayor felicidad y paz,
¡incomparable regalo!
La palabra de Dios no puede ser manipulada
para fines políticos, el señor Jesucristo nos dijo que la palabra es eterna, y
que pasaran cielos y tierra, pero la palabra de Dios jamás pasará. ¿Cómo es
posible que tomen salmos o versos de la Biblia y lo conviertan en una
propaganda política? Eso no se hace, eso no es amar a Dios por sobre todas las
cosas, eso es más bien tomar su nombre en vano, burlarse de su voluntad.
Jesús no se dejó manipular con esos
discursos baratos, y los partidarios de Herodes pasaron lo que llaman “pena” y
así pasan pena muchos políticos que se encuentran con personas humildes que no
se dejan manipular por nadie.
Al César lo que es del César y a Dios lo
que es de Dios quiere decir que la política no se puede incluir en los planes
de Dios, porque Dios no es político, como lo dije anteriormente, Jesús murió
por todos nosotros, sin ver nuestra ideología.
Al César lo que es del César es una frase
que deben tomar en cuenta los políticos, porque al Cesar lo que es del Cesar y
a Dios lo que es de Dios significa que cada cosa en su lugar, que los recursos
que un político maneja es del pueblo y no de ellos.
Pidamos a Dios que todos aquellos que andan
por estos mundos sean iluminados por la ciencia del Espíritu Santo y guíen a
sus poblaciones a un camino de progreso y de paz no para ganarse un voto sino
para cumplir con la responsabilidad que ha asumido.
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