#YoSoyEvangelizadorDeLasRedes.

Cada día Dios nos habla, cada día Dios nos da un mensaje para que sigamos adelante, para que seamos testimonio de Él. Para escuchar la palabra de Dios no hace falta estudiar y estudiar, solo hay que disponerse a escuchar, a saber escuchar, a dejarse enamorar y sorprender por el amor de los amores. Este blog consiste en las reflexiones del evangelio del día. Cada día Dios tiene una palabra para nosotros y a su vez, algo diferente, algo aún mejor que lo de ayer, solo hay que confiar en su palabra y entregarse a él.
Evangelizar las redes es una misión que debemos tener, a veces las redes sociales son los lugares donde hacen falta más evangelización, comuniquemos que Cristo es la razón de nuestra existencia, comuniquemos que sin Cristo no somos nada, llevemos la palabra a todas partes, sin miedo, para que podamos decir #YoSoyEvangelizadorDeLasRedes.

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martes, 23 de mayo de 2017

ES LA HORA DEL BUEN VENEZOLANO


Resultado de imagen para venezuela CRISTOEn una realidad como ésta, es tan normal preguntarse qué va a pasar con este país, qué es lo que viene después de todo esto o quién va a reconstruir este país, que de una vez nos formamos ideas de lo que va a pasar; en cierto modo, tenemos algo de esperanza. No quiero enfocar esta reflexión en seguir denunciando todo lo que está pasando como frecuentemente lo hago, pero sí en lo que debemos hacer y, fíjense bien, en los términos utilizados: cuando hablo de cristiano me refiero a todo aquel que –al menos- dice que cree en Cristo.       Primordialmente, siempre me ha gustado citar al Papa Benedicto XVI cuando dice que no se es cristiano por una decisión ética o ideológica sino por un encuentro con un acontecimiento: el amor de Dios demostrado en su hijo el cual –por amor- murió por nosotros. Y precisamente aquí entra el deber de los cristianos en esta Venezuela tan herida por el odio y el sufrimiento: llevar a Venezuela al ENCUENTRO con CRISTO, pero para que no suene religioso, vamos a decir que el deber de un buen ciudadano es llevar a Venezuela al encuentro con las buenas costumbres, las buenas intenciones y las ganas de hacer el bien por un interés grupal, por el bien de todos.
Por otra parte, los venezolanos han tenido la costumbre de una rivalidad sin sentido, pero producto de intereses de muchas personas que tienen el poder, ya sea poder económico o el mismo poder político del país; es decir, muchos han seguido a cierto ideal político y han rechazado a otros, cuando a lo mejor en el fondo tienen los mismos intereses: el poder y el tener.
De igual manera, como una vez mi arzobispo lo dijo, hoy también lo repito: “no se trata de socialismo, capitalismo ni nada, se trata de un pueblo”; esta solución no es política, es algo que va más allá de la política; es una solución que incluye a todos los venezolanos, sin distinciones de ideologías, esta solución no es el socialismo, el comunismo, el capitalismo o cualquier ideología política, sino que la solución es comenzar a ser buenos venezolanos.
Ahora bien, hay una lucha en la calle, protestas, represiones, pueblo contra pueblo, personas con hambre defendiendo a quien no tiene hambre peleando con personas con hambre que no quiere seguir pasando hambre; parece un juego de palabras, pero es la verdad. En la calle se ha enfocado esta lucha en contra del régimen que gobierna a Venezuela, por los diversos problemas existentes en lo social, económico y político, pero más que todo el económico, y nos olvidamos de algo tan importante: lo moral.
Este régimen dejó muchos estragos económicos, un país en quiebra, sin producción, sin alimentos, sin empleos y pare usted de contar estos problemas económicos. La esperanza de muchos es que este gobierno caiga, pero también aún hay personas que quieren que esto siga, y viene esta situación: se va a montar otro gobierno, termina, se monta otro y a lo mejor arregla lo económico, no fácilmente, pero lo arregla, o tal vez no, ahora bien, ¿Lo moral? ¿Quién lo va a arreglar?
A ti joven, que quieres ser sacerdote pero te da pena o te sientes inútil en la reconstrucción de Venezuela: Tú serás el pastor de un Pueblo sufriente, que fue víctima de un grupo de personas que le causó daño al país, que dejó familias divididas, delincuentes en la calles, gente sin ganas de producir, jóvenes sin ganas de estudiar, gente con intereses personales que no les importa lo que sufre el otro, políticos corruptos, narcóticos y narcotraficantes, tú consolarás y fortalecerás a las madres que perdieron a sus hijos protestando, robando, o victimas de robo, ahí tienes bastante para trabajar, y Jesús te acompañará, pero nada esto es posible sin tu “Sí”, tú serás quien hará que este pueblo se encuentre con Dios, y para que no suene religioso, tú serás aquél que hará que este pueblo esté lleno de gente buena, con ganas de hacer el bien.
A ti maestro, que no quieres seguir porque el sueldo no te alcanza: Tú serás el educador de muchos niños que se están formando en un mediocre sistema que lo único que forma es a ignorantes, tú serás el encargado de que ese niño tenga buenos conocimientos y por medio de ellos elija lo bueno y lo malo, tú serás el encargado de que muchos jóvenes sepan elegir una buena opción para el futuro, tú serás el encargado de que Venezuela esté llena de profesionales, de trabajadores, pero sobre todo de personas que cumplan su deber a buena manera.
Y tú, venezolano, cristiano, padre de familia, cualquier adjetivo que te califique, eres el responsable de reconstruir este país, de ser buen ciudadano, de respetar las normas de cortesía, las normas que te califican como un buen venezolano, es hora de que respetes los semáforos, las aceras, los rayados, las normas del hablante y del oyente, y todo aquello que te parece indiferente o inútil; es hora de que dejes la viveza venezolana y empieces a usar la bondad venezolana; es hora de compartir, de caminar, de luchar, de ser los mejores venezolanos.
Es la hora de definir nuestro rumbo: esto ya no es socialismo, capitalismo, comunismo, lo que sea… esto es VENEZUELA, se trata de nuestra patria, la que nos vio nacer, la que nos vio triunfar, la que nos vio crecer. Es la hora de que el chavista y el opositor trabajen juntos, sin rivalidades, es la hora en el que el militar y el civil trabajen juntos, todo por un mismo fin: mantener en paz y en progreso a esta patria. Es la hora de que la única rivalidad que haya en este país sea la de los magallaneros y los caraquistas, no es la hora de partidos políticos, es la hora de Venezuela.
Esta lección histórica no puede pasar por debajo de la mesa, porque por algo pasó, ¡es hora de cumplir nuestra misión! Y aunque suene religioso: ¡Venezuela vuelve a Dios!

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