#YoSoyEvangelizadorDeLasRedes.

Cada día Dios nos habla, cada día Dios nos da un mensaje para que sigamos adelante, para que seamos testimonio de Él. Para escuchar la palabra de Dios no hace falta estudiar y estudiar, solo hay que disponerse a escuchar, a saber escuchar, a dejarse enamorar y sorprender por el amor de los amores. Este blog consiste en las reflexiones del evangelio del día. Cada día Dios tiene una palabra para nosotros y a su vez, algo diferente, algo aún mejor que lo de ayer, solo hay que confiar en su palabra y entregarse a él.
Evangelizar las redes es una misión que debemos tener, a veces las redes sociales son los lugares donde hacen falta más evangelización, comuniquemos que Cristo es la razón de nuestra existencia, comuniquemos que sin Cristo no somos nada, llevemos la palabra a todas partes, sin miedo, para que podamos decir #YoSoyEvangelizadorDeLasRedes.

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lunes, 25 de mayo de 2015

EL SEGUIR A JESÚS

    
Luego de los 50 días del tiempo de Pascua, luego de la fiesta de Pentecostés, iniciamos nuevamente el tiempo ordinario, y en este inicio de la continuación de este tiempo, el evangelio nos habla del seguir a Jesús con esta historia, la del joven rico. El evangelio nos relata a un joven, a lo mejor igual que muchos, buscando qué hacer con su vida, un joven que a pesar de todo lo que tenía, aún no era feliz, un joven que a pesar de sus riquezas, aún no estaba conforme, él salió corriendo hacia los pies de Jesús y no para pedirle la sanación como hacían otros, no para pedirle un milagro, sino que  este joven fue corriendo a los pies de Jesús, para preguntarle algo que nadie le había preguntado: qué debía hacer alcanzar la vida eterna, en otras palabras: qué debía hacer para tener la felicidad completa; Jesús le dice: bueno, ya sabes los mandamientos: No matarás, no robarás, no cometerás adulterio, no robarás, no cometerás fraudes, no mentirás, honrarás a tus padres. Es decir, Jesús le habló de los mandamientos y si nos damos cuenta, le habló sólo de los mandamientos que debemos cumplir con respecto a nuestros hermanos, no habló de los mandamientos de Dios. Y debido a esto el joven le dice que él cumplía todo eso, él era un buen hijo, él era honesto, él no robaba, era un muchacho puro, era un joven ejemplo a seguir; y le pasó lo que a muchos jóvenes le pasa hoy en día, pensó que con tan solo eso, cumplía con Dios, y no, para cumplir con Dios, hay algo mayor: hay que seguirle.  pero para seguir a Jesús implica muchas cosas, implica dejarlo todo, para recibirlo todo, implica abandonarse a sí mismo; y eso es lo que le dice Jesús al joven: "solo te falta una cosa, ve y vende lo que tienes, da el dinero a los pobres y así tendrás un tesoro en los cielos. Después ven y sígueme". Cuando nosotros dejamos todo por Dios, es para recibirlo todo, y el seguir a Jesús es recibirlo todo, siempre y cuando dejemos todo. Cuantas cosas no hay en este mundo, que no son malas, dinero, casa, carros, en fin, son cosas buenas siempre y cuando la sepamos utilizar. Pero entre una cosa buena, y Dios, siempre hay que elegir a Dios y esa fue la invitación que Jesús le hizo al joven, a que en medio de tantas cosas buenas que él tenía, eligiera a Dios. 

      Sin embargo, este joven se entristeció, y decidió no elegir a Dios, prefirió todo lo que tenía, y no quiso seguir a Jesús. Cuantos jóvenes no hay como éste del cual nos habla el evangelio de hoy, cuantas personas hay que prefieren el dinero antes que Dios, que prefieren las riquezas antes que Jesús, cuantas personas les cuesta abandonarse a sí mismo, para seguir a aquel que lo dio todo por mi. Jóvenes que andan por la vida a lo mejor con un proyecto de vida hecho, a lo mejor con una carrera de estudios por delante, con un carro, una casa, una buena vida, pero que a pesar de que hacen cosas buenas, le cuesta dejarlo todo por Jesús. El seguir a Jesús implica dejarlo todo, el seguir a Jesús no sólo es rezar el rosario e ir a misa todos los días, el seguir a Jesús no sólo es ayudar a cruzar la calle al anciano, el seguir a Jesús no sólo es comprar y comprar libros que, si es verdad, acrecientan la fe, pero no basta. El verdadero seguimiento a Jesús es abandonarse en Él, es confiar en Él, es confiar plenamente nuestras vidas en sus manos, es dejar que Él nos lleve a donde Él quiera, pero lo más importante, confiar plenamente hasta el punto de dejarlo todo, de dejar todo sin mirar atrás, de dejar todo aquello que aunque sea bueno, no nos colma nuestra felicidad, el seguir a Jesús implica dejarse enamorar por Él, dejarse sorprender, porque cuando Él nos quita algo, es para darnos algo mayor. 

     Jesús no te está invitando a que seas un mendigo, a que seas un indigente; Jesús te está invitando, a una vida verdaderamente apasionante, una vida que consiste en recibir cada día, bendiciones y alegrías por parte de aquel a quien estamos siguiendo. Cuando Jesús dice que es difícil que los ricos entren al reino de los cielos, no lo dice porque es "una traba" para entrar al reino, tampoco lo dice porque existiese una regla que dice que los ricos no entran al cielo, sino que lo dice porque hay ricos que les cuesta entregarlo todo por Jesús, hay ricos que prefieren sus riquezas y no prefieren a Dios, y es por eso que termina respondiendo una pregunta que le hicieron con respecto a quién podrá salvarse, y Jesús respondió que es imposible para los hombres, pero para Dios no. Si nosotros dejamos todo sin mirar atrás, Dios no los multiplicará, porque para Dios nada es imposible.  Seamos fieles al llamado de Dios, dejemos todo lo que nos impide seguirle, dejemos de ser necios, y respondamos al llamado que Jesús nos ha hecho: permanecer siempre en su amor, un llamado apasionante, que nos invita a seguir y a dejarlo todo por Jesucristo, la primera razón de nuestras vidas.

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