MARÍA DE COROMOTO
Hoy es un día especial para nuestra Iglesia Venezolana, porque celebramos la solemnidad de nuestra patrona, la virgen de Coromoto, una advocación muy bonita que se les dio a conocer a los más pequeños de aquella época: a los indígenas, y de una manera muy hermosa, mandándoles a bautizar. La Virgen de Coromoto, así como apareció, se quiso quedar con nosotros, en esta patria tan amada, dejando así un trozo de tela donde está pintada su hermosa imagen, la cual mucho conocemos: la Reliquia de la Virgen de Coromoto, una imagen apenas de 2,5 cm de alto y 2 cm de ancho. Un misterio muy bonito e impactante; recientemente, esta reliquia pasó por un proceso de restauración y se hallaron muchas cosas que científicamente no tiene explicación, entre ellas:
- En primer lugar, el relicario estaba sellado y los restauradores no podían abrirlo…de repente se abrió sólo.
- La imagen, además de manchada y muy deteriorada, estaba pegada al vidrio del relicario que la contenía. Sin manipularla ni aplicar químicos, comenzó a desprenderse sola.
- La primera etapa de restauración estaba prevista completarla en 3 a7 semanas. Sin explicación científica posible, comenzó a auto-restaurarse (las partes faltantes se fueron completando) en 6 días, y el proceso de auto-restauración ha continuado, mostrando nuevos hallazgos cada vez que se expone a microscopios de alta resolución.
- Los hallazgos en los ojos han creado gran sorpresa e impacto en la comunidad científica, ya que no existen explicaciones humanamente posibles: El ojo izquierdo posee iris, cristalino, retina. En él se refleja una figura humana.En el ojo derecho hay células epiteliales de un ojo humano vivo. El iris tiene forma de mapa de Venezuela, y en el centro del mapa está la imagen de Jesús. (Hay que acotar que Venezuela es el único país del mundo consagrado al Santísimo Sacramento del Altar y al Sagrado Corazón de Jesús) ¿Qué nos lleva a pensar este misterio mariano tan hermoso? Que en las cosas más pequeñas, está la grandeza de Dios; Así como la virgen se restauraba ella misma, Venezuela también se restaura, y con ella y nuestra oración, cada día se irá restaurando.
- La corona sobre su cabeza es un penacho indígena, lo que se ve detrás como fondo de la imagen es el interior de una choza indígena. Las columnas a los lados son representadas en tejido de cestería indígena. Sobre ellas hay palabras en arameo, entre las cuales se ha traducido “La mujer más grande llena de gracia”
MARIA: LA OBRA PERFECTA DE DIOS
Y me quiero quedar con esa frase hallada en la reliquia de la Virgen de Coromoto: María es la mujer más grande, el ser más hermoso, la obra perfecta de Dios, todos sabemos que la obra de Dios es perfecta: el cielo, las estrellas, los árboles, el mar, las montañas, los animales, el ser humano a su imagen y semejanza, en fin, una obra perfecta, pero cuando hizo a María, se la comió; si hay una muestra de la perfección de la obra de Dios, es María, la mujer más grande, porque dentro de ella, estuvo durante nueve meses el ser más grande de la historia de la humanidad, tan grande fue, que dividió la historia en dos.
Cuando uno hace algo con sus propias manos, por ejemplo un dibujo, y le queda realmente hermoso, cada vez que lo ve, se regocija de su obra, el trazado está perfecto, la pintura ni se diga, los de talles muy bonitos, en fin, una pintura perfecta. Así como un pintor se regocija de su obra, cómo se pondrá Dios cada vez que ve a María:
El Dios padre, ve en María a una hija perfecta, una hija humilde, sencilla, una hija hermosa y sobretodo una hija obediente a su voluntad, una hija que desde el primer momento fue su esclava, su sierva, siempre estuvo dispuesta a darle un Sí a su voluntad. Una hija que cualquier padre quisiera tener, una hija que no le reclame nada, una hija que no sea necia, una hija que le haga caso, una hija con buenas costumbres y modales, es fin, una hija perfecta. Hay una canción que dice "¿Qué hubiese pasado, si ella hubiese dicho que no?" Y es que María, nació para ser la madre de Jesucristo, Dios hizo a María para ser la madre de su hijo, no fue que Dios escogió a María entre varias mujeres: "Tu no, tu tampoco, tu si", Sino que la creó para ser Madre de su hijo, María desde antes de nacer, estaba predestinada a ser la Madre del Dios hijo, y les digo algo, si la tierra donde Jesús caminó, donde Jesús hizo sus milagros, donde Jesús murió y resucitó le llaman "Tierra Santa" Cuán más santo sería el vientre donde estuvo durante nueve meses, cuán más santa sería la mujer que lo trajo al mundo.
El Dios hijo, Jesucristo, ve en María, una madre hermosa, una madre perfecta, que siempre ha estado con Él en los momentos más importantes de su vida, una madre que le cuidó su infancia , una madre que cuando Jesús tenía sueño, María le contaba anécdotas y cuentos para dormir, una madre que le enseñó desde pequeño a ser un hombre de bien, una madre hermosa, dice una canción "si son tan bellas las madres, cómo será la de Dios". Una mujer que fue señal, para que Jesús hiciera su primer milagro, en aquellas bodas, donde apenas al tercer día, se les acabó el vino: María le decía a Jesús:: "Se les acabó el vino" y Jesús: "¿Y que quieres tú que haga yo?", miren, si una persona le han enseñado a ser obediente, así como María lo fue con Ana y con Joaquín, y así como María lo fue con la voluntad de Dios, cuando esta persona tiene un hijo, también lo va a enseñar a ser obedientes, y María, sabiendo que Jesús como buen hijo le iba a obedecer, llamó a los sirvientes y les dijo "hagan lo que él les diga" y Jesús no tuvo más remedio que ir y convertir el agua en vino. María siempre estuvo presente en los momentos más importantes de la vida de Jesús; cuando Jesús estaba en la cruz, su dolor más grande no fueron los clavos, o las heridas, sino al ver cómo su madre sufría al ver a su hijo morir, pero su consuelo más grande fue que María, a pesar de ese dolor, siempre fue fiel a la voluntad de Dios, y sabía que al tercer día, la alegría sería plena, porque el Rey iba a Vencer a las tinieblas; tan grande son las madres, que Dios quiso tener una.
El Dios Espíritu Santo, el Esposo de María, cuantos desearían tener una mujer como María, una mujer perfecta, hermosa, sencilla, humilde, una mujer dócil y pura, una mujer que a cualquiera enamoraría, una mujer amante de su esposo, cuánto no amaría María a San José, y qué amor tan bonito, un amor casto, y sin mancha, un amor verdadero. Cada uno de nosotros está llamado a enamorarse de María, así como Dios se enamoró de ella, porque si amamos a su madre, cuánto no amaríamos a su hijo. María, fiel esposa del Espíritu Santo, ¡Amemos todos a María!
MARÍA, SIENDO MUJER, MODELO PARA UN SACERDOTE
Cada sacerdote, cada seminarista, cada vocacionado, debe estar cada día más enamorado de esa mirada tierna de María, de esa voz angelical de María, de ese modelo de vida perfecta, una mujer que siempre fue dócil a la voluntad de Dios; cada sacerdote, debe estar enamorado de su vocación, pero sobretodo del Sumo y Eterno sacerdocio de Cristo, pero aquel vocacionado, que no esté enamorado de María, sin duda alguna, no está caminando bien. Todo sacerdote debe tener la confianza puesta en Dios, así como lo hizo María, que sabía que al principio no le iban a creer que ese hijo lo concibió por obra y gracia del Espíritu Santo, por lo tanto la iban a rechazar, que sabía que los fariseos iban a tratar mal a su hijo, que sabía que ese hijo se iba a ofrecer por la salvación de todos e iba a sufrir en la cruz, sin embargo, con la confianza puesta en Dios, dijo si. Todo sacerdote debe cantar como María Porque el poderoso ha obrado y cada día hace maravillas en ellos.
Ayer 10 de septiembre, fue un día especial para nuestra iglesia de Naguanagua, porque hace 38 años, un hombre se enamoró perdidamente de María, y por curioso, se enamoró perdidamente de Jesucristo, y dejó que configurara su corazón en su sumo y eterno sacerdocio. Sin duda alguna, como dice la canción, "Qué detalle el Señor ha tenido contigo, al elegirte, al llamarte", hoy Mons. Ricardo Guerra, celebra que hace 38 años, hizo como María, dijo Sí y aceptó esa misión que Dios le tenia preparada, a alimentar al mundo, con el Cuerpo y la Palabra de Dios, a sumergir a los hombres en la verdad, a confirmar a los que quieren ser fuertes, a unir corazones, a confortar al que sufre, a que por medio de sus manos, el amor infinito de Jesucristo se derrame sobre cada uno de nosotros, a que por medio de sus manos su misericordia borre nuestros pecados, su amor arrope nuestra miseria, a que por medio de sus manos, convierta el pan y el vino, en el milagro de amor infinito, usted me ha enseñado que esta vida consiste en preguntarse cada día, si este en verdad es el camino, y no para tener la duda, sino para tener presente siempre que sin Dios nada somos, que sin Él ningún camino es bueno, yo estoy seguro, que durante estos 38 años, usted no ha llevado a Cristo, usted lo ha vivido, y por eso, en este día tan especial, quisiera encomendarlo en los brazos de María, para que cada día, se enamore de ella y se enamore de su hijo, para que cada misa la celebre como si fuese la primera misa, la última misa, la única misa. Y para que cada día sea más fiel y aún más en los momentos de dolor, así como lo hizo María, y junto a usted encomiendo a todas las vocaciones de nuestra iglesia de Valencia, para que cada día surjan hombres valientes que quieran jugarse la vida por grandes ideales, y que elijan a Jesucristo, como la primera razón de sus vidas, así como usted lo hizo, hace 38 años. Amén